Me molesta armar las valijas, retirarme, huir de esta ciudad, siempre ansie estar en ella...su gente, la misma de siempre y que no dejaba de saludar...Debo partir a la montaña, no se si alli encontraré lo que deseo, si seguramente paz..pero el cine, la gente amontonada, es caotico el silencio , las trampas de no hallarse en un lugar perfecto...Siempre vi las montañas en fotografias, hace frio y no toleraria la inexistencia de balcones, palomas que se asoman a la ventana por el ruido, buscando migajas.
Sería capaz de regresar...pero el cansancio el hecho de pensar en ello, se vuelve gris, se torna desgarrador en mis venas.La ciudad me pertenece, la noche en ella y el dia en ella...libros leidos en bares, como subtes y bajadas de escaleras mecanicas, me pertenece y la llevo, en la velocidad , en el paso que doy cada vez al levantarme de la cama.
Soy un ser: consumista, del café, del mc donal, de las tardes fuera de la oficina , descansando debajo de un arbol de plaza vieja.
Me puedo sentir que la montaña gobierna esta ansiedad de misterios. Me puedo hacer un costado, la sorpresa será tan solo al bajar del obminus , con los jubilados, todos contentos de estar frente a la montaña, con su bufanda tapando el panorama.
La sorpresa llegará pronto, y alli me sonará el celular, que nunca lo dejo, siempre dispuesto a algun pedido de la oficina, de mi mujer, de mis hijos, de mis amigos...No sé lo que sentiré, pero si fuera todo lo contrario, esperemos que deje para siempre lo que siempre desee: la ciudad, mis amigos, y conocer otro mundo: la montaña, y el silencio...De no ser así: el retorno será el camino que eleguiré.
retorno: ciudad.
sorpresa:montaña.silencio.
jueves, 19 de febrero de 2009
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