Siempre que hay una revista, de pornografía la compro. No tengo privación de ello, ya que es material interesante de hablar, de ver...no hay mejor arte que la pornagrafía. Fue cuestionada muchas veces y muchas veces, los milicos se han pajeado al tener, al raptarlas...Forma parte de lo que es, o somos como seres humanos. No tenemos que privarnos que si nuestro hijo, quiere una, yo le doy el dinero, o lo que sea, o le digo:-trabaje-, así me pasó a mi. Mis viejos, me daban todo, al mio, no.
Descubrí un material interesante en las revistas pornográficas, cuentan en imágenes verdades y mentiras del sexo. Es mentira: que la mujer se predispone todoooo el tiempo, como así también la entrega totaaaal del hombre, es mentira que sacan la lengua como queriendo deborar del todo una concha, o una vagina o un heladito de frutilla. Es mentira todaas esas cosaaaas.
Pero es verdad: la necesidad, el dolor. El ser que sufre es cuando mas desea el sexo. Sufre de trabajo, de rutina, de ir a una entrevista, depresivo. Entonces la única motivación es: tener sexo, o en su defecto, quedarse en el andén comiendo un chori, y escuchar las conversaciones de otros (¿expertos?)...Diríamos que sí, que es notable pensarlo, pero actuarlo no es tan simple. Pero el sexo sale cuando hay sufrimiento, y la pornografia es el alimento de ello.
Con la pornografía se crece como ser, vivo, y se intensifica la imaginacion...o quizás se agote, el desgaste es crecimiento: cuando se desgasta la energia decimos: bastaaa esto no es posible. Somos inutiles de hacer esto, tengo que ocupar la conciencia en otras cosas.
Ocupar en otra cosa: en mi. Ocuparme de ser yo, es amarse , y no queda otra que reservar el dinero que pensábamos usar para comprar un ejemplar de pornografia para así comprar el cuerito de la canilla que se rompió ayer.
sábado, 21 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario