Son las dos de la madrugada, mis viejos duermen, mi gato tambien. Ahora estoy feliz de dormir tambien yo. Ahora sueño que camino a la heladera, llena. Es mentira que hay hambre, que está el hambre detrás de la ventana chusmeando, y llamando. Es mentira que me señala con el dedo y me indica el camino hacia mi departamento, donde alli, no hay heladera.
En fin, avanzo: me animo, introduzco la mano y encuentro una presa de pollo. Feliz, siento el aroma, de comidaaaaaaaaaa, inexplicable como sentir el sabor, de la dependencia. Aun el hilo de depender, se tenza, vibra, es un fragmento.
Despierto.
Con la panza vacia.
Realidad, frente a mi, un espejo, mi rostro despierto y sin querer aceptar el sueño.
1-b.Ocho de la mañana, a laburar.
viernes, 6 de febrero de 2009
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