Llueve, y mi mueble se ha mojado, ya no mas televisión, no mas puerta...Todo ha quedado en cenizas de agua, de tristeza...Ahora todos navegamos en canoas de maderas, niños que lloran, perros que flotan tiritando de frío. El amor por viejas cosas, ya se han olvidado. Todo es pasado, una ruina de melancolía. El dinero, el poco ahorro ya no está. Ahora, solo llegar a las orillas, al comienzo de una vida.
Doris , está abrazada a mi, y una manta, mi joven Cristian, me hijo, abrazado a su madre como única esperanza. La esperanza de estar juntos, seguir juntos , nos motiva a no hundirnos, en un caos más.
Las nubes negras, el amor gris...Y un cuento que no termina, que no tiene una definición, voces a los lejos de llantos , vengan, aqui, alimentoooo...
Todos perdieron sus familiares, yo , la conservo, como una manta, sin que se caiga de mis hombros.
Doris me aprieta, me duele sentirla, mi joven también.No puedo con ellos.
Me escapo, y ellos me buscan.¿Como estarán, seguirán en ese rancho que improvizamos despues de la inundación?...Vaya saber como están.
Ahora veo por un ventanal, en este country la gente pasar...Mis perros, mi soledad, mi traje esperando sobre una silla de roble, solo, muy solo.
jueves, 2 de abril de 2009
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1 comentario:
Es un cuento triste.
Me gustó más el post anterior: un comentario blanco, lleno de inocencia y ternura como solo tu las tienes.
Saluditos :)
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